domingo, 10 de febrero de 2019

La penosa gala de los Goya, 2019.

El primer error parece que fue elegir por continuar la ciudad con los premios europeos de cine entregados en Sevilla, que además del cambio de lugar lo que obliga a gastos de traslado, alojamiento y demás en una ciudad en la que pocos pintaban algo, pero el mundo del arte parece desde hace una década un circo, más desde hace un lustro, como si quisieran copiar unas galas de otras, tratan de hacer en las galas las más absurdas escenas ante el auditorio y se esta ha tratado de como hacer las mayores payasadas para intentar ganar las unas a las otras, es curioso como sin embargo en esta han tratado de diferenciarse con algo que no se había hecho, ni creo se debería volver a repetir. Basar la gala en la caridad y la pena que dan las personas con deficiencias y lo que es peor, otorgar premios que no son reflejo de la realidad de la temporada.  La careta de la verdadera sociedad no deja ver nada más que estás excentricidades provocadas a drede para entontecer a las personas y que no piensen en lo real. Todo ello tratando de seguir las pautas norteamericanas y eso que por suerte para ellos realizan su gala la última con lo que les asegura que no puedan ser copiadas sus excentricidades, pero como sucede en los Globos de Oro ya se observan sus posturas, el apoyo al feminismo exacerbado, el apoyo a los nacidos de color, el apoyo a... esa es la causa el apoyo a, el apoyo a lo que la cúpula de socios, porque no hay que olvidar que la industria es eso una industria de socios, no de los profesionales que trabajamos en ese mundillo que somos muchos más y que no formamos parte de ello.

No me gustó nada los errores de precisión de Almódovar, el hombre está mayor y no reconoce ni a Loles León, está se la fue la olla voceando "Te lo dije", al grupo de discapacitados, pues mejor película les digo yo que no son, la calidad de la misma es mala, el guión de Campeones es flojo y equivoco y hace un canto a los perdedores para que se ilusionen con perder, esto es de locos, si querían haberlos premiados podrían haberles dado un premio creado especial pero nunca conceder esta distinción pues acaba de dejar la calidad y prestigio de España en eso, en la caridad. Ese premio este año no prueba eso que esa es la mejor película. De la gala la misma ganó también el de mejor canción cantada por Koke Maya, que alucinaba por ser premiado tras treinta años por una canción tan floja siendo nominado en otras ocasiones mucho mejores y habiendo sido despreciado en su arte, y lo que podía ser esperado el premio actor revelación, bueno se puede aceptar, pero lo que realmente sorprende es el discurso que nos soltó por largo, por pasarse de tiempo y por que no creo que una persona con minusvalía, en este caso la ceguera, pueda darnos tal perorata sino lleva ensayandolo bastante tiempo en su hogar, y por otro lado han creado un grupo de personas vencidas por una persona que no destacaba en su trabajo y que encima no ven la depresión de ese resultado, lo que puede llevar a abandonar la profesión a algunos de ellos, y se lo dice una persona que una vez fui vencida siendo el mejor por una persona que me ganó solo por tener una minusvalía, a mí no había quien me explicará porque perdí siendo un niño, por una persona que ya era adolescente, en resumen unos premios sorpresivos.

En cuanto al resto de los premios algo excesivos los 7 de El reino, ajustado el de Antonio de la Torre por estar en esta ocasión en casa partía como favorito como yo preveía, el resto fue dirección y guion como respaldo prestigioso. Error mayúsculo fue el dar tanta cobertura a un corto que promociona al mundo árabe contra los judíos, en estos tejemanejes no debería de involucrarse España y menos una industria que como todos sabemos, está dominada por los judíos norteamericanos, a parte de que sea o no realista el mismo. Lo de los presentadores a veces rayaba el desastre y en otras el plagio, de los colgados por los huevos por absurdo ni hablo, de desastre y de vergüenza ajena que un presentador se quede en calzoncillos y faja ante un auditorio para expresar no sé que cosa, plagio porque parece que la idea de imitar malamente a Groucho Marx llega de seguir mi obra y paginas webs, es un desastre ayudar a los Palestinos  y a la vez a los Judíos, en que quedamos. Si quieren que la gala mejore al año que viene, no se centren en políticos y menos obsesionarse con que a Sevilla iba a ir el presidente para ver una gala como la que fue, haber si se ven más en los verdaderos artistas, que pocos vimos por allí, entre la vergonzosa forma de cambiar y cantar canciones de míticos grupos como Los Chunguitos, con una voz que temblaba como su dueña y otras que mejor no recuerdo, o los llantos y caretos de las artistas y artistas noveles que pensaban que se iban a llevar el premio porque si, porque son la hostia como se hartan de oírse en elogios los unos a los otros sin se objetivos, por una vez Bardem si lo fue y no fue a la gala, y así podíamos decir de la ausencia de grandes figuras de nuestro pasado elogioso de nuestro cine. Yo no he querido nominar ningún producto por si me tocaba viajar allí o precisamente me ponían a competir con quien en la categoría no merecían ganar, la verdad para ver una gala como esa ni me muevo de casa, esa casa que dice que es la gala más vista, pues no será por su calidad porque brillaba por su ausencia en casi todo. Hasta de la presencia del premio de honor, un premio de honor de cine para alguien que no hace cine, eso parecía el año de las hermanitas de la caridad, en vez de una gala profesional, si se lo hubieran dado a su padre hace años que si hacía buen cine, no nos hubiésemos encontrado con un señor en silla de ruedas en su peor momento y que asombraba hasta el presentador que no sabía como con dos o tres películas irrelevantes había recibido el premio. Mi enhorabuena por seguir negando que existen otros profesionales y mayor calidad en este país de la que están mostrando, entre ellas un servidor, cada vez es más difícil hacerlo peor.

https://youtu.be/G60rhudDEoc

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