Hay crisis en gran nivel en toda la geografía nacional escénica, solo con darse una vuelta vemos como los teatros se llenan de obras de otros años, reposiciones de hace décadas y multitud de papeles anteriormente interpretados, novedades alguna hay ¿pero merecen la pena de ir a verse?, no sé que decir es más de lo mismo lo que tenemos en escena.
Si cuando hace un lustro dije que esto estaba circulando por mal camino, ahora mejor me callo, pues no ha mejorado nada y encima hemos perdido los musicales exitosos que andaban por las carteleras esos años.Cierto es que hay una crisis económica mundial y que nadie se atreve a invertir excepto las compañias catalanas que no se como lo hacen, pero se han comprado nada menos que el castizo teatro de la Látina de la actriz Lina Morgan, no comprendo como lo han hecho, les deseo la mejor suerte con tal de que aquel templo no desaparezca, pero cierto es que ella no sabía que hacer con él desde hace más de una década, en resumen no es de extrañar, pues ella en persona nunca lo llevo realmente, sin embargo la premiaron por ello batiendo todos los records de premios hasta como empresaria, increíble, por lo que tampoco comprendo es como a una actriz que no trabaja con éxito más de una década siga siendo la actriz mas premiada de España y más reconocida sin estar trabajando, o tal vez si por tener unos ideales políticos comunes a quien la premia.
Nuestro querido alcalde es otro caso de incomprensibilidad, nunca he visto que se premie con calles a tropel como él lo hace, a músicos y cantantes de la movida fallecidos con apenas cumplida la cuarentena de edad, la derecha apremia a los juerguistas que eran sin apenas haber trabajado en su profesión apenas 20 años, cuando quedan multitud de genios de su mismo género como el que fue maestro en el género, sin reconocer como fue Tino Casal, nuestro Fredie Mercurie sin reconocer, todo excéntrico al igual que aquel y con una voz única, para nada comento ya que premie a madrileños que no han llegado a destacar en sus oficios la mitad de algunos madrileños que curiosamente no tienen ni calle, ni placa de nacimiento, ni nombre en un teatro publico, ni nada en la capital, mientras si lo tienen gente que nacieron fuera de la capital y otros que no destacaron ni la mitad que ellos o que su vida vendida públicamente se deshace al descubrirse su verdadera realidad, esa que aún tratan de esconder para darlas homenajes. Parece ser que aquí no tendrán reconocimientos señor Gallardón, Premie a gente de la movida, pero empiece por categorías de mérito no por sus caprichos, como ya se observa en otras que ha concedido a sus conocidos y amigos. ESPAÑA ES DIFERENTE SIN DUDA Y PÉSIMA EN SUS PREMIOS. La razón me la dan al no premiar a quien lo merece de verdad y parece que quien llega a su cargo se va contagiando de hacer el menosprecio injustificado que no debería tener quien llega a ese cargo.