domingo, 22 de mayo de 2011

Recordando el pasado. Cuando los grandes actores eran secundarios.


No lo digo a nivel social con la crisis y las manisfestaciones tardías que halla,sino por la mala ventura que se respira en el ambiente,tanto es así que nuestras estrellas del cine se mueren a cientos como no recuerdo hacía años.Si, de nuevo no puedo hablar de grandes acontecimientos artísticos sino de más fallecimientos, ahora me entero que Susana York la madre de Superman en la pelí nos ha dejado a los 72 años.

Para colmo nos deja la dama de la escena con la que tuve el gusto de dialogar hace un par de años María Isbert, un poco más venerable y con una clara situación de Alzehimer que nadie ha querido comentar. Hay que rendir culto a los ídolos para no dar a conocer que son gente como otra cualquiera. En el recuerdo quedé esa gran secundaria de tanto filme español, como chacha, madre, suegra o vecina entrometida. Hoy solo diré que sino fuera por su padre, José, que se retiró varias veces del oficio fracasado, ese que trabajó con mi antepasado el gran artista de los teatros, en Orosia en 1943, metido a hacer grandes secundarios para que personajes sin futuro en aquella escena se hiciesen con los años con fortuna y el cariño que la escena no les daba, sin sus esfuerzos e intentos de colocar a su hija para dejarla un futuro con tantos hijos, hoy no hablaríamos de ella.

Tal vez estas dos grandes actrices sea mejor recordarlas en su mejor momento con sus numerosos filmes, pero como de esta última no tengo ninguna foto con su padre, si subiré la que tengo de su padre con mi antepasado Salvador Videgain en la película que rodaron juntos en los años 40, Orosia, cuando el cine español atesoraba auténticos grupos corales de profesionales de la escena nacional, llenos de cualidades.